El comienzo de esta realidad tuvo como punto de partida las inquietudes que teníamos con respecto a qué perfil específico debían poseer nuestros alumnos, cuestión que nos había hecho transitar por numerosas y variadas opciones.
A partir de realizar una evaluación de nuestro contexto y mediando un intercambio de ideas a nivel institucional, se decidió imprimir un cambio de mirada a lo que estábamos haciendo: teniendo presente que en la zona y radio de influencia había una gran cantidad de explotaciones tamberas, se decidió poner proa rumbo a esta propuesta.
Sin dudas que comenzar con un tambo y más en esa época no fue una tarea fácil, pero gracias al apoyo de varias organizaciones, y fundamentalmente a la Asociación Unión Tamberos Cooperativas Limitada (A.U.T.Coop. Ltda.) y MILKAUT, que creyeron en nuestra iniciativa, el proyecto se puso en funcionamiento. Financiaron la compra de las primeras 35 vacas de un tambo de la zona que se estaba cerrando y el cual conseguimos alquilar.
El campo poseía una superficie de 60 has. y pudimos dar el primer paso en el año 1994. Costó mucho mantenerlo y más hacerlo crecer; fueron tiempos en que el precio de la leche era bajo, agudizado por algunos años de mucha sequía (1995), lo que conspiraba en la disponibilidad de forraje y de confección de reservas.
No obstante las dificultades y aprovechando ciertos programas del Ministerio de Trabajo de la Nación (Proyecto Joven), llevamos adelante cursos de capacitación para operadores tamberos, preparando a muchos jóvenes para el mundo del trabajo. También aprovechábamos las instalaciones para darle formación específica a nuestros alumnos del sistema formal, y por otra parte se generaban recursos económicos que nos permitían ir avanzando con la propuesta.
A partir de uno de estos programas, el de Crédito Fiscal, aprobado en enero de 1997, pudimos concretar el sueño de tener un tambo propio.
Este programa consistía en generar proyectos de capacitación sustentables en el tiempo, y contando sólo con un mes para presentar la propuesta nuestra escuela se animó al desafío de hacerlo.
El proyecto además de la formación del alumno permitía adquirir bienes inmuebles; creímos que ésta era la oportunidad de tener nuestro propio establecimiento. Es dable reconocer que el mismo se presentaba como muy ambicioso, se estaba hablando de una inversión cercana a $ 1.200.000, recursos que debían ser aportados por parte de las empresas previa aprobación del proyecto. Nuevamente A.U.T. Coop. Ltda. y MILKAUT volvieron a darnos su apoyo mediante el cual pudimos hacer realidad el anhelo del establecimiento propio a partir del año 1998, tarea que no fue menos costosa ya que disponíamos de 6 meses para hacer la inversión, caso contrario perdíamos los recursos.
Conseguir el predio nos llevó mucho tiempo, además debimos instalar en una extensión de 3 km la primera línea eléctrica trifásica con nuestros recursos y realizar todas las obras de infraestructura básica, ya que el predio de 88 has, no las disponía.
Se realizó el primer ordeñe el siete de mayo del año 1999.
Actualmente el tambo (Centro Integral de Capacitación en Actividades Agropecuarias), cuenta con 88 has propias, con un tinglado de ordeñe, instalaciones y tecnología apropiadas, además de un complejo de aulas y dependencias, 44 has alquiladas, un promedio de 76 vacas en ordeño, 1500 litros de leche por día y un total de 220 animales, al cual asisten nuestros alumnos de la educación formal, los de los cursos de capacitación y jóvenes del extranjero que realizan pasantías.